
Pues ahí estaban todos sun amiguitos, esperándole. Rafa, la jirafa; Margarita, la vaquita; Rufo, el caballo; Torsten, el perrito azul venido de Alemania (ya tendrás ocasión de darme pal pelo, Raquel ;))... y muchos otros más que están esperando a que Daniela les ponga nombre. La estrategia anticaídas ha sido bien simple, colocarle la espalda contra una de las paredes del parque y situar los dos peluches más grandes a izquierda y derecha por si pierde el equilbrio.
¿Eh?... ¿qué?... ¡ah!, vale, ahora lo escribo...
¡Eso!... Que Vicky me recuerda que haga mención a lo bien que se come ya la fruta; así que ahí va: Daniela se come muy bien la fruta, como una campeona (y con algún repeluco al principio, pero sssshhhh!... eso no se dice, que es un secreto y entonces la noticia no vende).
Y volviendo a lo del parquecito: en la foto podéis ver cómo le ha gustado lo que va a ser su nuevo sitio de juegos de aquí en adelante, porque como ya se queda sentada sin ayuda desde hace algún tiempo... qué mayor se está haciendo, snif!