¡Un año!

Un año ya con Daniela... todavía recuerdo cuando saliste del paritorio con los ojos bien abiertos y mirando a tu alrededor, con mamá abrazándote, cansada. Durante tres días, cuando intentaba dormir sólo veía tus grandes ojos. Los tenía clavados en la mente.

Un año ya.

Y mira, ahora nos hemos reconstruido, podemos decir que somos tres y que los tres vamos juntos a todas partes.

Cada día lo disfrutamos más contigo, y más todavía los tres juntos. Cuando mamá y yo recordamos tus logros diarios, a veces no podemos menos que emocionarnos; y es que nos resulta increíble que estés con nosotros.

Has cambiado mucho nuestras vidas, pero ha sido a mejor, sin duda.

Ahora comprendo muchas cosas de esta vida y comprendo más todavía que me queda mucho por aprender. Que nos queda mucho por aprender. Contigo.

Ahora comprendo, realmente, qué es lo que mueve montañas.



Te quiero, hija mía. Gracias por llegar a nuestras vidas.