10 abril 2007

LG Chocolate. ¡Acojonante!

Hace tres semanas nos dejaron en el buzón una revista de Carrefour llamada “Tecnofertas”. Siempre me suelo fijar en los catálogos que caen en mi mano con una mezcla de curiosidad y cabronería (nuevo “palabro”). Curiosidad por ver qué cacharros hay en el mercado de la tecnología, y cabronería debido a una deformación profesional... supongo.

El caso es que fui pasando las páginas una a una sin mucha dedicación, y al llegar a la página 6 me encontré un artículo a la venta no menos que curioso. En dicha página había lo siguiente.

¿Pero cómo?... ¿un móvil LG con teclado táctil?... ¿y con una pantalla TFT de 20’’?... ¿a 229 €?... Es un precio para pensárselo. A ver, a ver; teniendo en cuenta que en el mismo catálogo, en la página 2, hay una tele Bluesky LCD de 20’’ a 279 €... creo que de todas, todas, salimos ganando, ¿no?... aunque sólo sea por el teclado táctil... te-cla-do-tác-til... XD

En la imagen vemos a los chicos del Carrefour descargando el pedido de un cliente... ñgñgñgñg!...

02 abril 2007

Nuevos aires

Pues ya está. Por fin. Se acabó la carretera para ir a trabajar. Se acabó ir por delante del resto una hora. También se acabó el ir por detrás del resto una hora. Se acabó estar a 80 kilómetros de tu familia. Desde aquí me despido del asfalto diario.

Ahora se avecinan cambios y buenos. Comer en casa con Vicky y Daniela. Disfrutar de su compañía. Saber que están cerca. Que yo estoy cerca. No hacer malabares para poder hacer gestiones. Hasta puedo ser un padre orgulloso que acompaña a su hija a la guardería. O que la recoge. O las dos cosas...

Ahora pienso exprimir estos momentos de los que me había privado yo mismo, cuando hace cuatro años y dos meses, ante una oferta de trabajo, decidí montarme en un coche todos los días para ir a trabajar, con la esperanza de que algún día podría acercarme al sitio en el que ahora vivo.

Se acabó este sin sentido de obviar el fin primero y último de la tecnología, que es facilitar la vida de los humanos, y no joder la mía.

Ahora mi mayor duda es si Vicky y Daniela van a venir a por mí, cuando salga del trabajo.

Gracias Vicky por respetar esta decisión desde el primer momento. Y gracias sobre todo por hacer como si no importara tanto...