25 diciembre 2006

FELIZ NAVIDAD

Pues eso; qué más decir...

22 diciembre 2006

Padres satisfechos

La determinación de la pediatra de complementar la alimentación de Daniela ha sido todo un éxito. Como ya he comentado en anteriores entradas, estabamos un poco preocupados en este aspecto y ayer fuimos a pesarla al centro de salud para continuar con el seguimiento, allí nos dijeron que estaba todo bien y que había ganado peso. Vicky y yo nos miramos, resoplamos y nos sonreimos, y Daniela marcó su territorio como componente de la familia Carballo-López con una meada de persona mayor, sugiriendo a la enfermera que esa báscula ya era suya.

Hoy bajamos al pueblo a empezar la gira navideña. Esperemos que la niña no pida polvorones, porque como siga así...

Si no nos leemos hasta la vuelta, que será el lunes: ¡¡FELIZ NAVIDAD DE DANIELA, VICKY Y ÓSCAR!!

21 diciembre 2006

Mejora de tiempos

No, si al final voy a tener que agradecer estas noches biberianas... ya llevamos dos posts seguidos.

Estoy a la espera de que lleguen esos demonios de la leche sobre Daniela, y mientras, hacemos resumen de estas 24 horas.

Estamos a punto de obtener el certificado de honor de papá-prepara-biberones, sólo nos falta ajustar los tiempos de los boxes y de carrera, una vez hecho esto, seremos imparables y haremos vuelta rápida. Hemos decidido aumentarle la cantidad de los tanques a 60 ml (30 ml más) y parece que el resultado es bueno en la aceleración; pero en reposo, tras la carrera, siempre rechaza un poco de combustible. A nosotros con que el resto le quede dentro, ya nos tranquiliza bastante.

Os dejo, que Daniela ya ha soltado al bicho que había alojado en su interior, ahora a maldormir un poquito... Tranquilo Fredi, la avanzadilla seguirá informando.

20 diciembre 2006

Noche biberiana

ZZZZ..... la pediatra ha considerado oportuno complementar a Daniela con biberón... ZZZZZ.... y en eso que estamos... ZZZZZZ.... son las 05:50....... pero el balance sigue siendo muy positivo....ZZZZZZZ....... ahora estamos esperando a que la niña suelte a los demonios de la leche de su cuerpo.... ZZZZZZZZZ..... que eructe, vamos..... ZZZZZZ.... seguiremos informando.....

17 diciembre 2006

Daniela: semana 2

Bueno, ya llevamos tiempo "normalizándonos" todos un poco; nosotros con Daniela, y ella con nosotros. Cierto es que es un encanto de niña (qué va a decir su padre!), y que únicamente reclama nuestra atención por incomodidades o por hambre, y a veces ni eso. Podríamos decir que se trata de una niña de manual.

Ya vamos viendo algunos gustos en su persona, como por ejemplo estar acompañada por la tarde, en cuanto la dejamos un rato en el salón para comer, empieza a emitir algunos gruñidos que se le pasan cuando nos la llevamos a la cocina y escucha el pequeño bullicio que Vicky y yo podamos formar. El otro día tocó experimento y parece ser que funcionó, le dejamos la radio al lado y no dijo nada.

El miércoles fuimos a la pediatra, y vimos como le hacen perrerías para determinar sus reacciones, se llevó un pequeño disgusto, pero se le pasó en seguida, en cuanto
cayó en los brazos de su mamá. Ha crecido un centímetro más (53) y va poniendo peso, que era algo que nos tenía un poco preocupados desde que estábamos en el hospital.

El balance de estas 2 semanas con Daniela es muy pero que muy positivo, han sido muy intensos y prometen seguir siendo así. Es curioso, pero parece que llevamos más tiempo con ella.

Ya tenemos unas cuantas que contar...

Ah! y desde aquí damos la bienvenida a este mundo a Irene. Que seas muy feliz, Irene.

05 diciembre 2006

DANIELA


Y así de bonita es.

Nació el 03 de diciembre de 2006... bonita fecha para recordar.

Para los amantes de las medias decir;
  • peso: 3.300 g
  • altura: 52 cm
  • perímetro craneal: 36 cm
  • padre: agilipollao

25 octubre 2006

De ginecólogos y otros menesteres

El lunes estuvimos en el ginecólogo para ver cómo iba todo en la trigésimo-nosecuánto semana. A mí esta forma de contar me parece muy rara y me hago un lío, yo me muevo por bloques temporales de un mes o por sub-bloques de 14 días, también llamados "medio mes". A lo que iba: para estrenar nuestra paternidad nos queda un mes, o sea, 4 semanas juntas, pero juntas-juntas... bueno, ahora nos queda menos porque he tardado en publicar esta entrada.

La fecha que nos dan para que se abra el huevo, (para mentes calenturientas: esto es una metáfora), es la del 21 de noviembre, y si nos ceñimos a la corazonada que tiene Vicky, -su mamaíta de aquí para siempre-, puede que nos encontremos por la noche en el paritorio, apretando cada uno su mucosa (aquí no entraré en detalles). Entonces, teniendo en cuenta estos datos, a la mañana siguiente no sólo sus padres, abuelos, tíos y primos estaremos celebrando el acontecimiento, sino que por lo que tengo entendido, gran parte de España saldrá a las calles para festejar la llegada de Daniela a este mundo.

Bueno, para festejar eso, y que se celebran 31 años de la proclamación del rey, claro.

En la ecografía vimos el fémur, la espina dorsal, la cabecita, el corazón (con sonido y todo :'D). Tomaron medidas de la cabeza de Daniela y en voz alta, el ginecólogo dijo el peso mirándome a los ojos.

-¡Peso... 68 kilos!... debes adelgazar un poco si no quieres convertirte en un "padre-tonel".
-¿Y la niña?- pregunté yo.
-No- me dijo tajante. -Ella no debe adelgazar. Los 2 kilos 400 indica que todo va bien.

Así que una vez finalizada toda la sesión, volvimos a recoger toda la ilusión que esparcimos al entrar en la consulta y nos fuimos a casita con una sonrisa que no entraba en nuestras caras y con una foto cenital del cráneo de Daniela, que en palabras textuales del ginecólogo, al ver mi cara de incredulidad, fue:

-"Esto" es la cabeza desde arriba... es como si le dieras un corte y vieras el cerebro desde arriba.
-Claro, claro... (y si le ponemos una pegatina del “pájaro loco” en el cogote es clavadita a un tazón de cereales del Port Aventura, con sus asas y todo, no te jode el tío este).

La próxima visita será para monitores, dentro de dos semanas... brrrrr!!... esto indica de alguna forma u otra la llegada del mineralismo.

La porra queda abierta señoras y señores.

(Tema central: "Hay un amigo en mí". B.S.O. de "Toy Story" de Randy Newman)

11 octubre 2006

"Telefónica informa..."

¿Será esto un ejemplo de línea saturada?

Actualización 13/10/2006: Esto ya ha perdido la gracia, pero bueno... el enlace que puse iba a una url en concreto y mostraba una imagen, pero no sé qué ocurre que ese enlace nos muestra la portada de gettyimages. El caso es que si entras en la web en cuestión y en su buscador pones "50605492", ahí estará la imagen que quería mostraros.

Aaaainnnssss!! :(
(Esto es lo que se llama un chiste en dos tiempos... cagüeeen!)

02 octubre 2006

“Rufo”

rufo
Así es como se llama el caballo de peluche que la tita Yolanda y el titi Antonio le regalaron a Daniela hace ya algún tiempo.

Tiene un tacto muy suave y un aspecto blandengue, la verdad es que no sé cómo definirlo, pero vamos, que no es el típico peluche que se queda siempre en la misma postura.

A Daniela le encanta su tacto, tanto que, cuando está un poquito revuelta acomodándose entre el bazo y el riñón de su mamá sin encontrar la postura, “Rufo” entra en acción. Ponemos a “Rufo” en la panza de la mamaíta y con alguna de sus patas la acariciamos, y Daniela se calma mucho.

No sé si tiene más efecto terapéutico para la madre que para la hija, y es que, a veces, cuando me levanto para ir a trabajar, le pregunto a mami si quiere que le acerque a “Rufo” y me contesta afirmativamente y sonriendo. Se lo acerco, lo coge y se lo pone de tal forma que “Rufo” acaricia a las dos o, como en otras ocasiones, le abraza del cuello y se vuelve a dormir con una cara de satisfacción, que hace que me vaya de la habitación con una sonrisa y negando con la cabeza.

Para que veáis algo diferente a “Rufo” os dejo la web de Trudi, que es el fabricante de estos peluches, y que tiene diferentes mundos con variados modelos muy, pero que muy simpáticos, y sin caer en la típica mariconada peluchera. Bueno... sí... a veces... pero poco... ¿y qué?


(Tema central: “Agave”. Álbum “Belladonna” de Daniel Lanois)

26 septiembre 2006

El laberinto


Desde que leyó aquel libro de Ken Follet que una amiga le había prestado, ya no veía de igual forma las construcciones antiguas.

Hacía tiempo que le rondaba la idea por la cabeza y llevaba unos cuantos días en el transcurso de esa tarea: posar la mano en una ermita del siglo XII que en cierta ocasión llamó su atención.

Doscientos diecisiete kilómetros le separaban de su objetivo desde que comenzó su pequeña aventura, y ese día podía conseguirlo, pues sólo le faltaban doce kilómetros para terminar de arrastrar sus pies por los tortuosos caminos y de quemárselos con el maldito asfalto, de dormir en albergues, de malcomer lo que fuera. Calor, frío, lluvia, viento, más calor.

Conocía la sensación, pues ya había estado en numerosas catedrales posando la mano y dejando fluir la imaginación, trasladándose al pasado, figurando situaciones entre constructores... la carga del material, sogas, puntos de apoyo, niveles rudimentarios pero eficaces que llevarían a cabo el sueño que alguien tuvo en su día.

“La máquina del tiempo” le llamaba él.

Pero esta vez era especial, lo había planificado todo. Doscientos diecisiete kilómetros hasta llegar a la ermita y poder tocarla. Quería sentirlo de otra manera. Esta vez tenía que ser distinto.

Y así fue como, subiendo un sendero, sintió un olor especial. Algo le decía que su camino pronto iba a acabar, y minutos más tarde lo confirmaría con un campesino que estaba sentado en una gran piedra.

- Buenos días – saludó con energía.

- Buenos días – respondió el campesino.

- ¿Sabe usted si queda mucho para llegar a la ermita de San Juan?

- Pues... no le queda mucho, - dijo tras seguir el sendero con la mirada y señalando sonriente,- una vez que llegue a lo alto del camino, le quedarán unos pocos metros.

- Muchas gracias – se despidió del campesino casi con nerviosismo y aceleró el paso para alcanzar el alto del sendero y así poder ver la ermita.

Cinco minutos más tarde alcanzó la cima del camino y jadeante, paró su marcha para llenar su mirada con lo que tenía delante.

La ermita de San Juan le quedaba a unos escasos doscientos metros de donde él estaba, apoyada sobre un manto verde que cubría toda la extensión de la llanura que tenía bajo sus pies. Al lado de la ermita un árbol con un tronco ancho que la protegía de la dureza de los rayos del Sol. Sin embargo la presencia de un coche familiar bajo la sombra del árbol rompía el traslado al pasado que a él le apetecía sentir.

- Es un detalle sin importancia – se dijo - ¿qué esperabas?, ya no quedan sitios libres de civilización.

Sabía que había llegado el momento y se dispuso a terminar la aventura que hacía más de doscientos kilómetros había comenzado. Ahora le quedaba el viaje espiritual que tanto tiempo había rondado por su cabeza. Este debía ser especial, y para ello memorizó el camino que tenía delante hasta llegar a la ermita. Cada piedra, cada brote de hierba, cada elevación del terreno se iba marcando en su mente para terminar su travesía con éxito.

Cogió aire y cerró los ojos dispuesto a emprender los doscientos metros restantes de esta forma, guiado sólo por el resto de sentidos. Levantó un pie y dejó caer el peso del cuerpo, sin saber cuando tocaría suelo. Escuchó la gravilla al ser pisada y se sonrió. Exactamente eso era lo que quería sentir, atender estímulos que a veces se veían ensombrecidos por otros. Mientras iba avanzando con los ojos cerrados, le llegó el olor de la hierba, la brisa que le acariciaba la cara, el sonido de las hojas del árbol al rozarse entre ellas, el chapoteo de un pie que había pisado un pequeño charco, el olor del romero que iba dejando detrás suyo y el crujir de alguna rama seca en el sendero.

Hizo un alto y se planteó abrir los ojos, como cuando era pequeño y algún juego le obligaba a permanecer con los ojos cerrados. No podía hacer trampa. No quería. Pero el resultado de todo ese viaje, de todos los días que había estado esperando ese momento, debía ser perfecto. Entreabrió levemente los ojos y mirando a través de las pestañas descubrió la imagen desenfocada de la ermita que le decía que le quedaban escasos metros.

Extendió las manos y continuó andando con los ojos cerrados, esperando el contacto áspero de la piedra. Los pensamientos de emoción le despojaron del resto de sentidos y un nudo en la garganta estaba a punto de estallar. Ni los doscientos diecisiete kilómetros anteriores habían sido tan largos como esos pocos metros que le separaban de su bautismo espiritual.

Y por fin el frío, la aspereza, la textura arenosa y el basto tallado en el que descansaban sus manos. El tiempo por sus venas. Siglos de distancia y sin embargo, en ese mismo momento podía estar unido a él con el hecho de pensar que alguna vez, alguien de otro tiempo, había utilizado su fuerza para construir esa ermita.

Piedra a piedra.

Y así, dejándose llevar, el nudo de la garganta se deshizo. Poco a poco, cayendo lentamente, acabó de rodillas, con una mano tapándose el rostro y la otra en contacto con la ermita. Hasta que hundió la cabeza en su pecho y repasó todos esos días en que había estado buscándose a sí mismo. Solo. En su propio laberinto.

Pasaron unos minutos antes de escuchar unos pies arrastrados por la gravilla. Con la cabeza todavía caída, vio por el rabillo del ojo unos zapatos infantiles que se quedaron quietos. Observándole. Levantó la cabeza y la giró para ver quién era. Resultó ser una niña de unos cinco años, con grandes ojos negros y pelo castaño rizado. Iba acompañada de un caballito marrón de tacto aparentemente aterciopelado, con los ojos redondos y brillantes, que descansaba en sus brazos. Un segundo después, detrás de la niña apareció un hombre con rostro tranquilo que debía de ser su padre y posó su mano en el pequeño hombro.

- ¿Por qué lloras? – le preguntó la niña.

Antes de responder se secó las lágrimas mientras miraba a su alrededor, y con un gesto como de querer abarcarlo todo sonrió a la niña.

- Por esto – dijo tocando la fría piedra, - y por esto – dijo señalándose el corazón.

Se puso en pie, se sacudió las rodillas y se dirigió a la niña.

- Hace días emprendí un camino de doscientos diecisiete kilómetros, ¿sabes cuánto es eso?... mucho, eso es mucho. Me ha llovido, he pasado mucho calor, he pasado hambre y a veces los pies me sangraban por la dureza del camino. Las noches a la intemperie han sido muy frías y gracias a algunos albergues he podido descansar un poco mejor - bebió un poco de agua y continuó, mirando al padre a los ojos con la mirada emocionada. - Pero hoy, por fin, he alcanzado mi meta. Cuando comencé el camino, esta construcción y su pasado eran mi única meta; pero hacer el camino solo y sufriendo lo que he sufrido, hace que ahora me dé cuenta que he alcanzado dos metas.

El padre dejó entrever una leve sonrisa de satisfacción y miró con orgullo a la niña, que le devolvió la mirada con inocencia.

- Es increíble ver los sentimientos que puede llegar a despertar una creación humana, ¿verdad? – dijo el hombre sin quitar la vista de su hija.

- Sí – respondió el otro, sabiendo que por fin alguien compartía su idea – nunca pensé que algo así –dijo señalando a la construcción- me provocaría tales sensaciones.

El hombre separó los ojos de la niña y se dirigió al peregrino.

- Pues más increíble es ver al cabrón de mi suegro, con 70 años y vestido de campesino diciendo que esto es el final del camino a la ermita de San Juan, cuando en realidad está a nueve kilómetros más al oeste. -Dijo levantando la voz. -Y no me pregunte qué coño es este edificio que yo no tengo ni zorra... Bastante tengo con venir todos los días, desde hace dos meses, a ver si encontramos al abuelito de los cojones...


(Tema central: "Temptation". Álbum "Hotel" de Moby)

21 septiembre 2006

¡¡No podemos seguir así!!


Sí, lo sé... hace tiempo que no escribo, y así no podemos seguir.

Cuando empecé con esto me lo dije: "Tienes que escribir. No quiero que esto del blog se convierta en una fiebre pasajera"... así que he vuelto y espero no dejar de hacerlo (no coñe, no me refiero a dejar de volver, sino de escribir).

Pensé que el problema podía venir de no saber qué contar, pero creo que viene más por no ponerme a escribir. Joder, contar siempre se puede contar algo, y esto al fin y al cabo sirve de entretenimiento para mí y para manteneros informados a vosotros, así que haré un resumen acelerado de qué es lo que ha pasado en este tiempo que llevamos sin escribir.

¡¡ÑÑÑÑÑÑÑÑIIIIIIIAAAAAAAOOOOOOOOO!!....

Y en definitiva, eso es lo que ha acontecido en todo este tiempo... Eso, y lo más importante: La mami y Daniela están muy bien.

Lo dicho: ¡¡Vuelvo a la carga!!


(Tema central: "Fly me to the moon". Frank Sinatra)

02 agosto 2006

Efecto borrego

¡Es que es para descojonarse!... No se puede ser más borrego que los que se ven por ahí, pastando.

Desde hace unos meses nuestra situación laboral es una continua duda, no por dejar de trabajar, ni mucho menos, pero ha llegado un momento en que no sabemos quién es papá o quién es mamá, ni qué quieren, y es que mamá se sentía incomprendida y se ha puesto a buscar a otro papá para nosotros y que lleve más dinero a casa. En resumen, que tenemos una sensación de abandono que no os podéis imaginar.

El martes, 1 de agosto, se publicó una noticia en los periódicos regionales que fue el tema del día en el trabajo y que albergaba algo de esperanza en cada uno de nosotros. Se trata de la apertura de un “Software factory” de IBM en Cáceres a través de una filial llamada INSA (Ingeniería de Software Avanzado, S.A.).

¡Os podéis imaginar el revuelo!... pues bien, a lo largo del día todo el mundo había curioseado en la prensa y unos más que otros, en la web de dicha empresa para rellenar el formulario con el que puedes dejar insertado tu currículum. Pero –milagro de las nuevas tecnologías-, la web de INSA funcionaba toda toda todita toda menos una sección... ¿adivináis cuál?... ¡exacto!... vamos a decirlo todos juntos:

LA-WEB-DE-INSA-FUNCIONABA-TODA-MENOS-EL-FORMULARIO-DE-ENTRADA- DE-LOS-CURRÍCULA (otro día hablamos de este “palabro” que está en plural)

Después de secarme las lágrimas y colocar la mandíbula en su sitio, volví a la realidad y me dije que quizás debía esperar un poco, porque a lo mejor estábamos toda Extremadura tratando de entrar en un mismo sitio a una misma hora, teniendo en cuenta la cantidad de páginas porno que existen, lo veía difícil, pero era posible... tras las espera tampoco hubo resultado.

Aquí es donde viene lo cachondo: se consiguió, de alguna manera, un formulario de INSA de inserción de currículum en formato word y aquello empezó a correr como la pólvora; a mí me la proporcionó una compañera que a su vez se la proporcionó un compañero, que a su vez... vaaaaaaale, suena a trola, pero fue así... yo, por mi parte, en un alarde de compañerismo sin igual, la distribuí a tres compañeros más que me lo agradecieron sumamente.

Algunos de nosotros empezamos a rellenarla, otros la curiosearon y, entre pitos y flautas, se nos ocurrió celebrar el “Martes Mayor” en la última hora, aprovechando que papá y mamá no estaban en casa... y se nos olvidó lo del formulario. Dieron las tres y nos fuimos a casita, felices y contentos, quien más y quien menos soñando con un superpuesto de trabajo en INSA. Algunos incluso veían 10 cm. más de mesa, ¡eso si que podrían ser buenas condiciones!...

Pues bien, ese mismo día por la tarde alguien debió de hacer los deberes en casa, y el miércoles bien temprano tuvimos que avisar a los compañeros de que el formulario que se pasó el martes, como si de un vulgar canuto se tratara, era mejor que no lo rellenaran, a menos que alguien quisiera hacer carrera por la estratosfera o más allá. Oye, y quién sabe, a lo mejor acaba en Cabo Cañaveral, con 10 cm. más de mesa, eso si...

Quien obtuvo el formulario debió de hacerlo de INSA (Ingeniería y Servicios Aeroespaciales, S.A.), en lugar de INSA (Ingeniería de Software Avanzado, S.A.).

Total, que el martes sufrimos de “borreguismo” unos cuantos, tanto que la emoción nos embargó y nos cegó.

Ya me imagino yo a los de INSA (Ingeniería y Servicios Aeroespaciales, S.A.) recibiendo 23 ó 24 currícula e intentando ubicarnos en algún proyecto.

insa.jpg



-¡Miguelito!... vaya desempolvando el informe del proyecto “Venus: vivir sin oxígeno”.

- Pero, jefe, que la sociedad protectora de animales está detrás nuestro desde el último experimento con perros.

- Esta vez no, Miguelito. Esta vez no...


28 julio 2006

Tramo de la A-66 abierto

Por fin han abierto el tramo de autovía que va de Cáceres a Cañaveral. Tras numerosos retrasos y algún que otro problema con la construcción del famoso puente “Arcos de Alconétar”, ayer, 27 de julio a las 19 horas, fue inaugurado por el Presidente de la Junta de Extremadura y por el Ministro de Trabajo.

Ayer lo probamos y casi que nos parecía increíble. Aún quedaban algunas señales por colocar (yo ví tres) que se podían ver en las cunetas, pero eso son pequeños detalles, porque al fin y al cabo son señales que te dicen que estás en la autovía.

Este tramo hará que estemos un poco más tranquilos los que hacíamos la N-630 a diario, sobre todo por la eliminación de las llamadas “curvas del Tajo” y también las de Cañaveral, (que no sabría decir yo cuáles eran más jodidas). Será un descanso también para los nuestros.

Para celebrarlo he hecho una pequeña animación que me ha dado la lata hasta que he podido pasarla a un formato apto para you tube. Es una chorrada que espero que os guste.



17 julio 2006

Daniela

Nuestra... eso es. De su madre y mía. Y será quien nos ilumine el presente, que a veces nos queda muy lejano.

Y como si fuera mi última palabra, se me llenará el alma al pronunciar su nombre, porque creeré que estoy llevando a cabo un conjuro... porque creeré que estoy salvando a la humanidad con ese hechizo.

Ahora me basta con la mirada de su madre, que llena mis ojos de alegría cada día. Su sonrisa eterna y cautivadora, que salpica de vida a todo su alrededor. Ahora me quedo con eso y con lo que a escondidas le puedo robar, sin que se dé cuenta: una caricia a su barriga, una respiración profunda con los ojos cerrados, una mirada perdida sonriente, como si adivinara el futuro...

Y es entonces cuando te preguntas: ¿cuánto de magia puede caber en un nombre... al pronunciarlo... al escribirlo... al escucharlo?

Lo voy a hacer otra vez, voy a volver a salvar a la humanidad.

Preparaos: un, dos, tres y...

Daniela.