20 enero 2007

Enredando, enredando...

El otro día, cambiando de pañal a Daniela, a su madre y a mí se nos ocurrió una tontería. Haciendo una especie de brainstorming casero-familiar de andar por casa, nos reíamos con lo que podía ser el resultado de tener un pañal sucio. El caso es que los pañales de dodot tienen la ilustración de unos animalitos en su parte frontal, así nos podemos encontrar con un koala, un oso, un perro, una oveja y otra serie de animalitos que hacen que los pegotes de mierda queden más simpáticos.

En el momento de estar cambiando a Daniela, su pañal tenía la ilustración de un perro y con la coña nos imaginamos al perro con una cara de descomposición en el caso de tener el pañal sucio.

Bueno, pues como no me podía estar quieto, se me ocurrió hacer un "antes y después" de un pañal después de sufrir las "embestidas" de un bebé. Este es el resultado.

Antes


Después

11 enero 2007

Archivos ocultos (noviembre 2006)

Este post iba a ser publicado a finales de noviembre de 2006 en este blog bajo el título "Simulacro de evacuación llevado a cabo con éxito", pero me retrasé con la corrección y al final llegó el día del parto y el post sin subir (algo común en mí). Ahora lo he repasado y os lo dejo aquí.


Simulacro de evacuación llevado a cabo con éxito

El martes pasado, 21 de noviembre, ante la incertidumbre, la espera y la preocupación temporal, decidimos pasarnos por el forro de los cojones el proceso natural del embarazo y realizar un simulacro de evacuación y aproximación al gran momento. El proceso constaba de 3 fases:

1.- comprobación de la ruta más corta y localización de zona de desembarco
2.- aproximación a la zona de recepción de urgencias
3.- ingreso en el complejo hospitalario

La primera fase se desarrolló con éxito y con una calidad increíble debido, principalmente, a la capacitación y preparación de los equipos de pilotaje y co-pilotaje por un lado, y al departamento de urbanismo de la familia Carballo-López, dirigido con gran profesionalidad por Vicky.

Puntuación primera fase: 10/10


La segunda fase también fue llevada a cabo con éxito, pero faltó un poco de soltura, debido a una doble problemática. Una extrínseca y otra intrínseca que detallo a continuación:

Problemática extrínseca: nos costó llegar un poco porque la zona de urgencias está en cuesta y no te das cuenta hasta que te encuentras envuelto en alguna de estas dos situaciones:

1) acompañamiento de alguien de movimientos limitados, tales como:
1.1) una embarazada
1.2) un anciano

y 2) que tengas el vientre suelto y que veas que por mucho que te pongas..., como que te cuesta..., que no llegas, vamos.

(Aquí pueden darse todo tipo de combinaciones, menos la suma de los factores 1.1 + 1.2 + 2 en una sola persona; para neófitos en matemáticas: un viejo embarazado y con diarrea, que se diría)


Problemática intrínseca (compartida): al llegar a la zona en cuestión, donde está situada urgencias, estuvimos un par minutos dando vueltas, hasta que alguien vio de perfil a Vicky y una señora vestida de blanco dijo que no se habían dado cuenta de que estaba embarazada y que no hacía falta “registrarse”.

Acto seguido le ofrecieron una silla de ruedas, le invitaron insistentemente a sentarse y comenzamos el viaje por los pasillos del hospital (aquí si que cabe el término complejo hospitalario).

La calidad de esta segunda fase puede verse mejorada en la siguiente sesión, pues ya sabemos los problemas que nos acechan. Yo haría más hincapié en la problemática intrínseca, pues es compartida entre la dirección de la familia Carballo-López y el complejo hospitalario San Pedro de Alcántara de Cáceres.

Posible solución a la problemática intrínseca: ponerle a Vicky una pancarta que diga que quiere la epidural, una sirena en la cabeza y un matasuegras. Eso sí, yo iré por delante vestido de forma híbrida entre un hombre orquesta y una majorette.

Puntuación segunda fase: 8/10



La tercera fase también se completó con éxito. Desde que Vicky montó en la silla de ruedas que le ofrecieron, a todo lo que se movía le pedía la epidural. El celador, que fue un hombre muy simpático y muy amable, le dijo que no le pidiera más la epidural, que se le estaba durmiendo la oreja derecha, pero ella insistía e insistía.

Hicimos una primera parada en la recepción del hospital donde una señora, también muy amable, le tomó los datos a Vicky, a lo que ella contestó con su nombre, sus dos apellidos y un “quería pedir la epidural”. La señora sonrió muy profesionalmente y le explicó que la epidural se la pidiese a la doctora, que por si no nos habíamos dado cuenta, ella con lo máximo que podía pinchar era con una grapadora, porque era auxiliar administrativa.

Los nervios los teníamos controlados, Vicky me miraba con emoción y yo le guiñaba un ojo mientras agarraba la mano del celador (¡qué piel!).

Cuando terminaron de tomarle los datos, el celador arrancó de nuevo la silla de ruedas, bajamos una rampa y giramos a mano derecha y luego a mano izquierda y a mí se me acabó el recorrido. No podía avanzar más. El celador me dijo que esperara ahí mientras observaban a mi mujer, que ya me avisarían. Y los vi alejarse a los dos por un pasillo, mientras Vicky pedía la epidural a una señora de la limpieza, al revisor de los extintores y al encargado de encerar el suelo.


Podríamos decir que esta fase también se completó con éxito, si no fuera porque salimos a la hora y media con más tranquilidad, con el mismo bombo por delante y con un poco más de hambre, pues eran la 15:00.

Todos estos factores serán tenidos en cuenta la próxima vez para recordarlos como anécdota, porque seguramente que cuando llegue el gran momento, las situaciones no se parecerán ni de lejos, y si no veréis...

06 enero 2007

Esperando a los Reyes Magos


¡¡Uy, uy, uy, uy!!... ¡¡Que ya vienen, que ya vienen!!...

¿Qué traerán?... Puede que un poquito de carbón... ¡Qué nerviosssss!...

Y vosotros, ¿os habéis portado bien este año?


Actualización a las 11:00 de la mañana

Que sí, que sí... que han venido y parece ser que hemos sido buenos este año, mirad, mirad...

04 enero 2007

Feliz cumplemés, Daniela


Ayer Daniela hizo su primer cumplemés y su madre y yo apenas nos lo podíamos creer: ¡un mes!.

Para celebrarlo, Vicky llevó a Daniela a la pediatra a que le pusieran la vacuna del mes y a pesarla. Poco a poco vemos sus avances y como dato curioso parece ser que está desarrollando el sentido del trueque. Tanto es así, que le cambió a la enfermera un pinchazo en la pierna por una meada en la báscula.

Desde aquí te felicito tu primer cumplemés, Daniela.

Y que sigas igual de "salá"...