La fecha que nos dan para que se abra el huevo, (para mentes calenturientas: esto es una metáfora), es la del 21 de noviembre, y si nos ceñimos a la corazonada que tiene Vicky, -su mamaíta de aquí para siempre-, puede que nos encontremos por la noche en el paritorio, apretando cada uno su mucosa (aquí no entraré en detalles). Entonces, teniendo en cuenta estos datos, a la mañana siguiente no sólo sus padres, abuelos, tíos y primos estaremos celebrando el acontecimiento, sino que por lo que tengo entendido, gran parte de España saldrá a las calles para festejar la llegada de Daniela a este mundo.
Bueno, para festejar eso, y que se celebran 31 años de la proclamación del rey, claro.
En la ecografía vimos el fémur, la espina dorsal, la cabecita, el corazón (con sonido y todo :'D). Tomaron medidas de la cabeza de Daniela y en voz alta, el ginecólogo dijo el peso mirándome a los ojos.
-¡Peso... 68 kilos!... debes adelgazar un poco si no quieres convertirte en un "padre-tonel".
-¿Y la niña?- pregunté yo.
-No- me dijo tajante. -Ella no debe adelgazar. Los 2 kilos 400 indica que todo va bien.
Así que una vez finalizada toda la sesión, volvimos a recoger toda la ilusión que esparcimos al entrar en la consulta y nos fuimos a casita con una sonrisa que no entraba en nuestras caras y con una foto cenital del cráneo de Daniela, que en palabras textuales del ginecólogo, al ver mi cara de incredulidad, fue:
-"Esto" es la cabeza desde arriba... es como si le dieras un corte y vieras el cerebro desde arriba.
-Claro, claro... (y si le ponemos una pegatina del “pájaro loco” en el cogote es clavadita a un tazón de cereales del Port Aventura, con sus asas y todo, no te jode el tío este).
La próxima visita será para monitores, dentro de dos semanas... brrrrr!!... esto indica de alguna forma u otra la llegada del mineralismo.
La porra queda abierta señoras y señores.
(Tema central: "Hay un amigo en mí". B.S.O. de "Toy Story" de Randy Newman)